En verano es preciso equilibrar la energía fuego, elemento que rige en esta estación, y que tiene como órganos asociados el corazón y el intestino delgado. En Medicina Tradicional China, Maestro corazón se considera un órgano Yin que, además de impulsar la sangre a través del cuerpo, tiene la función de albergar el espíritu (Shen) que es la fuerza que nos mantiene vivos y conscientes. Así, el corazón acoge el espíritu y permite la conexion entre nuestra vida y experiencia interna y el universo externo.
Según la tradición china, el corazón es la morada del espíritu.
El intestino delgado, víscera Yang, se encarga de separar los nutrientes que se distribuirán por la sangre, de los desechos e impurezas.
Cuando el corazón está armonizado, la persona goza de una mente tranquila, buena memoria, claros sentidos y un sueño reparador. El brillo del corazón se manifiesta en la cara, que presentará un color rosado y saludable, y en la lengua.
La pena desmesurada o la alegría arrolladora pueden desequilibrar nuestro corazón. El rápido ritmo de vida que llevamos y la violencia que nos rode también sobreestimulan nuestro corazón, que prefiere la tranquilidad, la quietud y la paz.
Por otro lado, si hay desarmonía en el qi de nuestro corazón, podemos sentir agitación e inquietud, agotamiento repentino, melancolía, insomnio, histerismo o tener exceso de calor o frío.
Además de fortalecer nuestro corazón, las prácticas de Qi Gong y Meditación nos van a ayudar a regular las emociones, a conectar con nosotros mismos y a equilibrar las relaciones con los demás, pues el órgano corazón tiene que ver con el amor, el afecto, y con dar y recibir.
Venimos de la primavera, estación en la que hemos depurado nuestro hígado (elemento madera). Desde este equilibrio, vamos a desbloquear el plexo solar, nutrir nuestro corazón (puesto que la madera nutre el fuego), y a activar la circulación en todo el cuerpo, con un sentimiento de gratitud y amor incondicional.
Para abrir nuestro corazón es necesario conectar con las energías positivas del cielo y de la tierra, purificando y reparando el cuerpo, lo cual nos va a permitir también reducir la ansiedad, el estrés y las preocupaciones (asociadas al bazo) y la tristeza o la pena (que residen en los pulmones).
La energia del amor, que reside en Maestro corazón, puede verse alterada por estas emociones. Sin embrago, las prácticas de Qi Gong nos van a permitir conectar con nuestro corazón, hacer brillar nuevamente un diamante en su interior y expandir el amor como una luz que surge de una llama encendida.
«Asumamos la responsabilidad
de nuestra vida
y echemos una mirada nueva
sobre las cosas
desrrollando la calma mental
y la fuerza del corazón».
Jack Kornfield.
Fuente consultada: Jack Kornfield. Perils et promessesde la vie sperituelle, en Pons-Föllmi, D y Föllmi, O (2003). Ofrendas. 365 Pensamientos de maestros budistas. Lunwerg editores.