Las formas con armas del Tai Chi Chuan (espada, sable y lanza) se practican siguiendo un conjunto de círculos armoniosos, a través de los cuales el practicante fusiona sus movimientos corporales con los del arma. Su aprendizaje debe ser iniciado en los alumnos avanzados. Nuestra escuela ofrece como prácticas adicionales previas, las formas de palo largo chino, palo de pastor y abanico.
Armas
Palo largo chino
La forma de palo largo chino es una recopilación de movimientos de diversos estilos (forma de palo de Shaolin, estilo Mono y forma de lanza), exclusiva de Hun Yuan y que fue ideada por el maestro Pedro Valencia, como práctica previa al manejo de armas, ya que ayuda a entender el sentido de los movimientos de un arma y a fluir con ellos de modo relajado. Para ello, es fundamental realizar la práctica con un sentido interno, ayudado del Shong y el movimiento del Tantien, con golpes amplios y claros y transmitiendo el Qi hasta la punta del palo, de modo que el palo se convierta en una prolongación de nuestro cuerpo. La forma de palo puede ejecutarse de un modo más Yin o con un sentido Yang, que es la expresión de la potencia vital del palo, con movimientos rápidos, contundencia en los golpes, saltos y giros vertiginosos.
Bian Gan (Palo de Pastor)
La forma de palo de pastor permite su práctica en espacios reducidos, donde la práctica de palo largo chino no es viable. Esta forma aglutina movimientos de espada, sable y lanza.
Abanico
El uso del abanico metálico como arma provenía de las escuelas externas de artes marciales y, con el tiempo, las escuelas internas lo han ido integrando a sus prácticas. Al igual que el resto de formas de Tai Chi Chuan, la forma de abanico debe realizarse con el sentido interno del Qi, y se requiere una buena movilidad de muñeca, de modo que el abanico sea una prolongación de la mano. Las aplicaciones marciales de la forma de abanico son amplias: cortar, desviar ataques, golpear, pinchar, etc. La forma de abanico que trabajamos en nuestra escuela, creada por el maestro Pedro Valencia y apoyada por el maestro Chen Xiang, fusiona movimientos de Hun Yuan Tai Chi Chuan y Baiji Chuan, buscando la armonía entre lo externo y lo interno.
Espada
El dominio de la espada requiere fortaleza articular de la muñeca, un buen trabajo de Chan Sy y la forma correcta de empuñar la espada según los giros. Además de los trabajos básicos de la espada (pinchar, cortar, envolver, deslizar y desviar) debemos tener una base sólida del cultivo continuo del Qi, y establecer una conexión consciente del flujo energético entre el cuerpo y el arma. La protagonista no debe ser el arma en sí, sino el sentido marcial de cada uno de los movimientos de la forma, llevado por la manifestación energética de nuestro Qi. Los movimientos de la espada pueden ser fáciles de asimilar, pero buscar el sentido profundo, más allá de los movimientos, requiere años de cultivo y prácticas. Por ello, en nuestra escuela, la forma de espada se reserva a los alumnos de nivel medio-alto, para que consigan dominar el manejo del arma.
En la actualidad trabajamos dos formas de espada: la forma Chen, fusionada con elementos del estilo Hun Yuan y de trabajos de Wushu, y la forma de Hun Yuan.
Sable
La forma del sable del estilo Hun Yuan recoge todas las técnicas marciales pertenecientes a esta arma, incorporando la expresión del Qi. Sus movimientos son pausados pero decisivos, ligeros pero contundentes, la potencia del Chan Sy (espirales) está presente en toda su realización. Por ello, recibe también el nombre de “Sable de Chan Sy”. Al tener un solo filo, el sable emplea principalmente los cortes y puede seguir los giros del cuerpo gracias a su otro filo plano. Pasa constantemente muy cerca del cuerpo, incluso envolviéndolo. Los movimientos del sable son impulsados por su propio peso y por la inercia giratoria del practicante, terminándose en cortes muy precisos. Esta sinergia entre el arma y el cuerpo del practicante es la raíz de su eficacia marcial.
Lanza
La forma de lanza de Hun Yuan se desarrolla dentro del marco de las Trece bases. Todas las potencias y los cinco pasos son manifestados en los movimientos circulares de la lanza. Durante su realización, el practicante debe buscar el enraizamiento de su base, la armonía de los giros de su cintura, el Chan Sy de sus brazos y la relajación de todo el cuerpo. Al ser un arma muy larga, su manejo requiere una potencia interna sólida y el impulso de los movimientos procede de la expansión interna del Qi. El cuerpo fluye con el arma y el arma vibra con el cuerpo. No debe haber ningún sobreesfuerzo físico, por lo que es muy importante que la práctica sea dirigida por un maestro cualificado, ya que fácilmente el alumno puede abusar de su fuerza física durante el manejo de la lanza, provocando lesiones y desgaste del Qi.